Cómo crear un gran retrato
Bienvenid@s a mi primer post ‘Cómo crear un Gran retrato’.
He de empezar con humildad, diciendo que no vas a encontrar aquí una fórmula perfecta, pero sí una serie de pautas que sigo a la hora de realizar retratos.
Planificar planificar planificar
Cuando empecé a hacer retratos, ya sea por pereza o por falta de tiempo, apenas planificaba las sesiones de fotos. Iba sin guión, improvisaba, creaba conceptos a la marcha … Todo eso me ayudó a coger práctica a la hora de afrontar imprevistos que pudieran surgir en una sesión de fotos.
Sin embargo, el hecho de ir sin guión hacía que dependiera mucho de los elementos de mi alrededor. Repito, a mí me ayudó a coger práctica, y es algo que os recomiendo, sobre todo al empezar a hacer retratos, cuando tengas poco tiempo, o cuando quieres espontaneidad en la foto.
Todo comienza con un concepto, una idea, una inspiración. Cualquier fuente de inspiración es válida como punto de salida. Puede ser una persona, un lugar, una historia o una canción.
Cuando tengas el concepto que te interesa, ahora comienza lo técnico. ¿Tienes claro qué planos quieres hacer? ¿Qué tiempo hará ese día? ¿Hará sol o hará nublado? ¿Prefieres que sea de mañana o de atardecer?
Apuntalo todo, o hazte un mapa mental. Pero ten claro al menos los siguientes puntos:
Puntos a tener en cuenta:
- Concepto que tienes del retrato que quieres: Qué tipo de planos quieres. Qué paleta de colores vas a utilizar. Qué elementos quieres introducir de la idea que te ha inspirado.
- Lugar: Naturaleza, urbano, estudio, … ¿Va acorde a tu concepto?
- Tiempo: Lo mejor para una fotografía nítida es un día nublado, sobretodo a las mañanas. No obstante, puedes optar a jugar con las sombras en un día soleado, o una contraluz suave en un atardecer.
- Material necesario: Decidir qué planos vas a priorizar para tu concepto ayudará a saber qué objetivos de cámara debes tener preparados. También saber si vas a encontrarte con más o menos luz te orientará a saber si necesitas llevar reflectores de luz o el trípode. Y mejor no me extiendo con los ‘props’ o accesorios que necesitarás para complementar tu concepto…
Mantener la calma
Llega el gran día de la sesión de fotos que has organizado. Pasan horas entre el maquillaje, la preparación del entorno o del estudio, el montaje de la iluminación, … O si vas a retratar en la calle, pasan las personas, se quedan mirando, la o el modelo se ponen nervios@s por las personas pasando, …
– Calma –
Cierra los ojos, coge un buen respiro, y ánimo con los planos previstos. Eres la persona que dirige en ese momento la orquesta para realizar la fotografía. Disfruta de ese momento, y tendrás todo ganado.
Si la o el modelo que está posando no tiene experiencia previa, es posible que la primera media hora esté perdida entre romper el hielo y adaptarte al entorno. No pasa nada. Yo soy partidaria a mostrar las mejores fotos tomadas hasta ese momento para subir la seguridad y autoestima de la o el modelo.
Adaptarse al cambio
Imagina que después de tener todo planeado y todo organizado, de repente falla la previsión del tiempo y decide hacer un día maravilloso en vez del lúgubre día que esperabas con ansia. En ese momento, vuelvo al punto inicial, toca improvisar, adaptarse al entorno, cambiar las expectativas, o confiar mucho en tus dotes de post-edición.
No tengas miedo a equivocarte
Este punto es difícil. A veces queremos hacerlo todo perfecto, con la técnica perfecta, y para una audiencia perfecta. Eso no te ayudará a crecer como artista. A veces los mejores retratos salen sin querer, cuando los astros se alinean en una tormenta perfecta. De esto no te puedo aconsejar mucho más que ‘Aprende a des-aprender‘, porque aún estoy intentando des-aprender lo aprendido.
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